Los amantes del género fantástico podemos estar muy contentos, en las distintas plataformas de streaming se está produciendo la conjunción de varias series basadas en varias de las sagas de fantasía más reconocibles. Tenemos a Geralt de Rivia en Netflix, a los Targaryan en HBO y en Amazon por partida doble, la Rueda del Tiempo y por supuesto, el Señor de los Anillos.
La verdad es que hace unos años era impensable, aunque Juego de Tronos ha allanado el camino de todas estas series, así como la trilogía de Peter Jackson en su momento.
Pero no es de eso de lo que quería hablar, sino de la saga de Malaz. Las series que he mencionado antes son archiconocidas y ya forman parte de la cultura popular. Sin embargo, Malaz no es tan reconocida, aunque no por la calidad, sino quizás porque ha calado en el mundillo, que son unos libros difíciles, que cuesta entrar. Más que difícil, lo que hay que tener son ganas, la saga principal, El Libro de los Caídos, son nada menos que diez libros.
Están escritos por Steven Erikson, un autor canadiense, de formación antropólogo y arqueólogo.
Malaz es el nombre de una ciudad y de un imperio, que se extiende cómo es lo propio de este tipo de organizaciones políticas y territoriales, expandiendo una organización y paz al más puro estilo de Roma. Lo que hace grande a estos libros es lo vasto del mundo, tanto en extensión geográfica, cómo histórica. Los personajes que pueblan el continente de Darujhistan, el desierto de Raraku y los confines de ciudad Coral son genuinos, con personalidad propia y puedes distinguir perfectamente al zapador de los Abrasapuentes, del caudillo de los tiste andii dueño de Engendro de Luna o de los magos Nada y Menos. La ingente cantidad de personajes principales y secundarios son complejos, no hay blancos o negros.
Es una fantasía compleja, no difícil, pero si bastante intrincada, hay que estar atento mientras se lee y tener la wiki a mano es bastante útil, en esos momentos en los que puedas perderte. Todo lo anterior no significa que la magia no se extienda por todos los rincones e incluso por los cielos (y sendas), las criaturas no humanas están presentes en todos los libros. Hay que tener claro que no vamos a conocer elfos, enanos o hobbits (medianos o kenders), sino que aquí hay unos seres ancestrales parecidos a dinosaurios que se llaman Kchain che malle y la magia exuda por sus poros (si es que los tienen). Otros llevan viviendo desde el primer latido del mundo y vagan buscando sentido a sus vidas bajo el férreo mando de Anomander Rake y su espada Dragnipur. Es decir, hay mucha magia, mucha fantasía, sin negar intrincadas tramas políticas y humanas (aunque haya más criaturas que humanos). La crudeza está presente en todo momento, pero sin recrearse en la violencia. Algo que me llamó la atención es que el género o sexo no importa en Malaz, existen poderosas mujeres guerreras o hechiceras, hombres que utilizan la seducción al clásico estilo de femme fatale. Además, no hay que olvidar que quien rige el Imperio es la emperatriz Laseen.
En los libros hay muchos personajes y vives las historias desde distintos puntos de vista, que te dan las herramientas para formar tus teorías y conjeturas, e incluso intentar tomar partido por algunas de las distintas facciones en liza.
Los libros en España los edita la editorial Nova y se pueden encontrar tanto en físico como en digital. En ambos casos, ayuda bastante el índice de personajes y una breve descripción, para poder echar una ojeada en caso de dudas, así como los estupendos mapas que enseñan al lector donde se va a desarrollar la historia.
No sé si he conseguido trasladar, aunque sea un ápice, la calidad de estos libros. Todavía no he terminado todos, apenas voy por el cuarto volumen, pero hasta ahora no ha bajado ni el ritmo, ni la calidad (quizás el segundo libro fue áspero, como una travesía por el desierto).
Ahora vuelvo al título de esta entrada, se me ha roto el género de fantasía porque tras ver las adaptaciones, que no me disgustan y leyendo Malaz, todas las historias que he leído antes se me han quedado pequeñas ante lo que Steven Erikson propone. Por otro lado, en mi opinión, la fantasía, o al menos lo que yo interpreto como fantasía, saca todo su potencial en la literatura, perdiendo parte del encanto al ser trasladado al mundo real a través de actores, maquillaje o efectos especiales. Sinceramente espero que no se lleve a las pantallas, porque habría que recortar y eliminar tanto contenido que desnaturalizaria la historia.
Por último, ya que estamos en un blog de juegos de rol, no quiero acabar esta entrada sin mencionar que Malaz existe gracias a los juegos de rol. Todo comenzó con una campaña de rol de Steven Erikson y Ian Cameron Esslemont (es el otro pilar de este universo, aunque de él no he leído nada), con las reglas de Dungeon and dragons segunda edición, pero pronto se pasaron a GURPS (sistema que no he probado), el cual les ofrecía herramientas para elaborar un sistema de magia distinto a la clásica magia vanciana de aprender hechizos para usarlos y olvidarlos. A raíz de esa campaña surgió, la que para mí, es la mejor saga de fantasía que se ha escrito.
Si queréis más información podéis ir al blog de el Caballero del Árbol Sonriente donde el autor es un auténtico erudito de Malaz.
Espero que haya animado a alguien a acercarse a esta saga y la disfrute tanto como yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario